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May 26

Aparatos cocleares se hallan en proceso de compra por el MSP

  • Cuatro serán adquiridos y estarán a disposición del equipo de cirugía.

Melisa Acuña, primera paciente con implante coclear del país. Ilustración.

La Dra. María Teresa Barán, Viceministra de Salud, expuso que el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social se halla en proceso de adquisición de cuatro aparatos cocleares, para poner a disposición de los pacientes que lo requieran.

Expuso que no existe un presupuesto asignado para el mismo. Sin embargo, la Dirección General de Administración y Finanzas logró destinar los recursos y tras el inicio del proceso en el mes de marzo, solo se espera el cumplimiento de los plazos licitatorios para recibir los aparatos.

Barán indicó que pocas veces se logra llenar las expectativas, pero que para cubrir la necesidad de implantar uno para un niño de cinco años, cuyo caso se hizo mediático, se entregará al profesional encargado de su tratamiento un dispositivo para realizar el procedimiento, una vez recibido.

El Implante Coclear es un transductor que transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo. Estas señales eléctricas son procesadas a través de las diferentes partes de que consta el Implante Coclear, las cuales se dividen en Externas e Internas.

Los sonidos son transmitidos a través del aire. En un oído normal, las ondas de sonido hacen que el tímpano y luego los huesos del oído medio vibren. Esto envía una onda vibratoria al oído interno (cóclea). Estas ondas son convertidas luego por la cóclea en señales eléctricas, que se envían a lo largo del nervio auditivo hasta el cerebro.

A una persona sorda no le funciona el oído interno. El implante coclear intenta reemplazar el funcionamiento del oído interno, transformando el sonido en energía eléctrica. Esta energía se puede usar luego para estimular el nervio coclear (el nervio de la audición), enviando señales “sonoras” al cerebro.

  • El sonido es captado por un micrófono que va colocado cerca del oído. Este sonido se envía a un procesador de lenguaje que en la mayoría de los casos va conectado al micrófono y se pone detrás del oído.
  • El sonido es analizado y convertido en señales eléctricas, las cuales son transmitidas a un receptor implantado quirúrgicamente detrás del oído. El receptor envía la señal a través de un alambre hasta el oído interno.
  • Desde allí, los impulsos eléctricos se envían al cerebro.